«Para
nosotros es necesario rescatar la visión original del proyecto revolucionario
y esa visión original está en los motivos que dieron origen al levantamiento
cívico militar del 4 de Febrero, cuyas teorías fueron recogidas en la
Asamblea Nacional Constituyente. Somos militantes de la Revolución
Bolivariana, pero entendemos; a trece años de que el proyecto político
bolivariano esté en el poder, que hay un conjunto de tareas atrasadas, dice
Contreras.
Considera
que se ha cometido un error al rechazar las críticas, sin tomar en cuenta si
son constructivas o no. «Al que critica se le califica de no ser
revolucionario, pero la crítica y autocrítica son condiciones fundamentales
de la revolución».
¿No se acepta la crítica dentro de la revolución? Nosotros tenemos una crítica objetiva, es decir; a partir de la realidad política que observamos. No queremos asignar responsabilidades en el campo subjetivo, porque tenemos que hablar también de autocrítica y tenemos responsabilidades en lo que está pasando. Unos porque han cometido errores y otros porque dejamos que se cometieran. Lo que nos lleva a nosotros a hacer un nuevo movimiento político, es la necesidad de llamar la atención hacia las desviaciones que hay en el proceso.
Esas desviaciones
son en principio de tipo ideológico, porque nos hemos planteado el Socialismo
del Siglo XXI, pero nos damos cuenta de que la gente se comporta igual que
los que no son socialistas. Por ejemplo, la conducta de los alcaldes
bolivarianos no es distinta a la de los alcaldes que no lo son. El mismo Hugo
Chávez es el que nos ha alertado sobre esto. Eso quiere decir que el propio
líder reconoce que hay algunos defectos de fondo, es decir; ideológicos,
políticos y éticos, lo que pasa es que no ha habido una dirección política
que entienda al líder en ese aspecto.
Creemos
que el modelo que se ha asumido hasta ahora para conducir políticamente la
revolución merece ser evaluado porque, a la luz de los resultados, debe ser
objeto de algunos ajustes. Hay mucha gente revolucionaria que ha quedado
fuera del proceso, sin que exista una explicación convincente, sin que
histórica y metodológicamente se entienda que hay alguna razón para esto.
¿Era necesario hacer entonces un Gran Polo Patriótico? La iniciativa del Polo Patriótico es buena, pero ¿quién la ejecuta? El pensamiento del presidente Chávez, desde que se creó el Partido Socialista Unido, era para unificar a todas las fuerzas, pero esta excelente idea, resultó ser pésimamente ejecutada y las fuerzas políticas quedaron más fragmentadas que antes. El único partido que entró completamente fue Quinta República, el resto quedó por fuera o se dividieron dejando una mala imagen ante el país. Hace falta una dirección política que verdaderamente tenga como norte los objetivos estratégicos de la revolución, con actores que verdaderamente se preocupen por el proceso. ¿Cuál es el impacto negativo de esa falta de dirección? Nosotros perdimos el referéndum constitucional, después perdimos alcaldías (…) El 26 de septiembre tuvimos sorpresas electorales en las elecciones de la Asamblea Nacional, y el país quedó dividido en dos mitades electorales, y yo no he visto una reflexión y rectificación profunda para evitar que ahora haya una derrota. La oposición ha crecido, no sobre sus propios méritos, sino sobre los errores de nosotros. ¿Hay decepción por parte de los psuvistas? Claro, porque hay conductas de alcaldes, gobernadores y ministros que no van al mismo ritmo del Presidente. Hay aspectos de la dirección política que han decepcionado y se necesita «remotivar» a esa gente en el campo crítico. Nosotros creemos que los más inconformes somos los que debemos trabajar más fuerte para que Chávez gane el 7 de octubre. |
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