jueves, 30 de agosto de 2012

A 119 años de su natalicio Laudelino Mejías, maestro insigne


Aunque muy poco o prácticamente nada se reseñó en los medios absorbidos por el fragor del día a día, la campaña electoral y tantos otros temas que copan las páginas de nuestros diarios y las programaciones de nuestras radios, es bueno recordarle al pueblo trujillano que hace 119 años nació un hombre tan carismático, como solitario, romántico y querendón, enamorado de su Trujillo natal y su eterna bohemia, llamado Laudelino Mejías.
 Este maestro tuvo la sensibilidad de elevar el nombre de Trujillo a los más altos peldaños del arte de la música, haciendo de sus inspiraciones verdaderas obras clásicas que hoy es necesario  poner  de relieve, es Laudelino para nosotros los trujillanos ícono de regionalismo sano, orgullo en el mundo, y debería ser nuestro compromiso y el de los organismos del estado la difusión masiva de su obra, lo que sin duda comprendería la reedición de su cancionero, hoy que contamos con plataformas ideales para ello como los núcleos de la Orquesta Nacional Juvenil.
 Reconocemos la labor de Fundaciones como la Carreño y otras iniciativas pero no es suficiente para enaltecer la obra de este gran hombre, nacido un  29 de agosto en ésta gloriosa tierra y quien solo se apartó de su carrera para cuidar de su abuela, demostrando su gran generosidad, quien  salió de Trujillo fue para sembrar su talento y multiplicarlo, así lo demuestra su trabajo en Ciudad Bolívar y Valera como fundador de orquestas que permitió a muchos talentos jóvenes de la época ingresar al campo de  la música.
Tomemos el ejemplo de los barineses que se sienten orgullosos de contar con su maestro Eladio Tarife quien compuso la pieza  “Linda Barinas” que fue decretada segundo Himno del estado, en nuestro caso se dice que “Conticinio” es, sin duda por decreto o por voluntad popular nuestro segundo Himno pero es necesario desempolvar ese decreto, si es que algún día existió. Es parte de las reivindicaciones que la cultura Trujillana debe reclamar en pro de su reafirmación y su identidad.
 De nuestra parte y muy modestamente, con los sacrificios que ello implica, no contando con un presupuesto fijo, ni con los grandes recursos que el estado posee, solo con el apoyo de un grupo de amigos que han entendido la necesidad de proyectar la obra de Laudelino, venimos organizando cada año, con ciertas interrupciones y todas las dificultades, el Festival Nacional “Conticinio de Oro”, cita que reúne a cantantes noveles y profesionales de todo el país en un esfuerzo por enaltecer  la obra musical de Laudelino y la esencia de la música romántica venezolana, de la cual queda muy poco, a pesar de la pléyade de talentos que en todo el país existe, pero que la tendencia comercializadora del arte cada día está tratando de borrar para imponer otros géneros.
Con los brazos abiertos éste año esperaremos las respuestas de todo aquel que quiera ir de la palabra a los hechos para sumarse a ésta iniciativa que desde el año 95 hemos venido impulsando en homenaje a Trujillo y a nuestro Laudelino Mejías, compositor  que tuvo la virtud de convertir la serenata bohemia en obras clásicas que por su altísimo valor musical son admiradas en todo el mundo, más que en su tierra natal, gracias a esa perversa tendencia que siempre nos ha tentado de negarnos a nosotros mismos, por humildad mal entendida o por miseria.
Finalmente no debemos olvidar que esa malsana clasificación de la cultura en popular y elitesca nos ha causado un gran daño, nadie puede poner en duda el arraigo y el origen popular de la obra de Laudelino Mejías  por muy clásica que esta sea, esto más que una reflexión es una advertencia a aquellos que puedan salir a desacreditar o distorsionar la intensión que hoy nos mueve a poner en la opinión pública estas consideraciones
José Monagas/ Periodista y Cantautor Trujillano



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