martes, 20 de mayo de 2014

Entérese aquí de los errores estratégicos que llevan a pique la revolución bolivariana

En los actuales momentos le han dado carácter de reversibilidad a lo conquistado en estos últimos 14 años de cambios sociales, pero esto se debe parar “YA”. Venezuela cuenta con reservas morales y capacidades honestas para una conducción pública armónica y eficiente de nuestra nación. ¡El pueblo tiene la palabra….!

Para lograr ese magno objetivo, al gobierno le corresponde rectificar su desgastado sistema de gestión y su corrupta política económica y financiera, que ha pulverizado el bolívar; y abandonar el autoritarismo hiper-estatista para garantizar el respeto al Marco Constitucional que estipula “el fin supremo es refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia social, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones”
Comencemos la autocritica:

1.- LOS ERRORES MÁS NOTORIOS:
La corrupción, los "ajustes económicos" capitalistas y la devaluación que provocó una feroz inflación, la fuga de divisas en empresas de maletin, el robo y fraude eléctrico, el acoso laboral, el deterioro de la salud, el contrabando de extracción de combustible y alimentos en la frontera, la especulación de bienes y servicios, la inseguridad y la escasez de productos de primera necesidad, todos ellos  producto básicamente de la desastrosa gestión, tanto de cierta parte de la Jerarquía Burocrática como de la Jerarquía Partidista infiltrada y enquistada en posiciones estratégicas, quienes solo se han ocupado en consolidar posiciones de poder en sus diferentes ámbitos de acción, ya sea en el PSUV, las Gobernaciones, Alcaldías, Empresas del Estado, Consejos Comunales y algunas otras posiciones de la Administración Pública, imponiendo su incapacidad, su incompetencia y su desverguenza.  El presidente Nicolás Maduro tiene en sus manos la clave: si desmonta las mafias financieras y que dicen ser “chavistas” que cohabitan en su gobierno con sectores honestos arrinconados, eso puede dar garantías de decencia en la conducción de las políticas públicas, haciéndolas más eficaces y útiles a la sociedad; si respeta la pluralidad nacional y promueve una vida parlamentaria decente y respetuosa, el diálogo será posible; si su gobierno retoma la vigencia del sistema económico mixto con interacción pública, privada y asociativa por parte de los trabajadores y pobladores, el camino de escasez y especulación será revertido con mayor productividad, consumo racional y honestidad comercial
2.- TRATAR A SU MASA ELECTORAL COMO CLIENTELA POLÍTICA Y NO COMO POTENCIALES REVOLUCIONARIOS
La política de utilizar la renta petrolera para saldar la inmensa deuda social que se tenía con las clases humildes del país, fue uno de los grandes logros de la Revolución que suscitó al mismo tiempo las furias de la oligarquía y del imperialismo. Sin embargo esta tarea quedó a medio camino. Se pensó que con satisfacer necesidades materiales de la población a través de las misiones estaría garantizada de por vida la fidelidad política de estos sectores; olvidándose que estamos en una sociedad capitalista atravesada por el morbo del consumismo. Los beneficiarios de las misiones al ver aumentada su capacidad de consumo exigieron más y al no dárseles volcaron su apoyo político hacia el candidato de la derecha que demagógicamente ofrecía lo que la Revolución no podía dar. Cándidamente se creyó que la conciencia revolucionaria iba dentro de los objetos materiales ofrecidos por el asistencialismo social y se descuido fatalmente la formación teórico-revolucionara a nivel popular. Por eso hoy el antichavismo ha conseguido carta de ciudadanía en los sectores sociales menos favorecidos. Este error determinó que las masas populares vieran los proyectos políticos en juego como parte de un continuum, donde las diferencias eran cuantitativas y no cualitativas. En otras palabras, para las masas el juego político en la Venezuela bolivariana seguía los linderos del viejo Puntofijismo.
3.- CONFUNDIR ESTATIZACIÓN CON SOCIALISMO
Si bien es cierto que la Constitución Bolivariana contempla varios tipos de propiedad sobre los medios de producción, lo que se impuso en la práctica fue la convivencia de la propiedad privada con la propiedad estatal. La Revolución se embarco en un proceso de renacionalización y expropiaciones que fortalecieron sin duda al sector público de la economía nacional. Hoy el 29% del PIB es ofertado por este sector. De todo este proceso, sólo PDVSA acusa números positivos, las demás empresas públicas son un total desastre por decir los menos. Las empresa públicas continuaron la praxis corruptiva de la cuarta república y su rentabilidad tiende a cero; sólo las mantiene viva la enorme renta petrolera de la que desfruta el país. De esta manera, al capitalismo privado se le unió el capitalismo de estado, lo que ha venido a concretizar en estas latitudes un KEYNESIANISMO RENTISTA al que se le ha denominado socialismo del siglo XXI. Los intentos por crear una verdadera economía socialista a través de las comunas, han sido fuertemente bloqueados por el funcionariado chavista al frente del estado. El presidente Chávez comprendió tardíamente esta situación cuando en sus últimos gabinetes llamó a darle a la revolución un Golpe de Timón. La apropiación de los medios de producción por parte de los trabajadores y comunidades sigue siendo materia pendiente de esta revolución.
4.- DESDEÑAR A LA CLASE TRABAJADORA COMO RECTORA DE LA REVOLUCIÓN
En las empresas estatales reina sin rival alguna la división del trabajo y su expresión jerárquica; aquí los trabajadores están lejos de considerarse dueños de los medios de producción y de las necesaria decisiones de conducción de la empresa, al contrario, lo que respiran es el más rancio capitalismo. Afincarse en los sectores medios ha conducido al proceso hacia un brutal reformismo con un costo social astronómico para la revolución.

5.- OMITIR LA PRODUCCIÓN TEÓRICA COMO PALANCA DE LA REVOLUCIÓN

Esta debilidad teórica de la Revolución hizo de la palabra del comandante una directriz infalible igual a la del Papa. Lo teórico se redujo a lo que el Comandante opinaba en solitario. Y lo que resultó más grave fue que muchos de sus ministros hacían caso omiso de lo que el comandante ordenaba; esto se evidenció cuando Chávez regañó a sus ministros por no haber construido ninguna COMUNA, llegando al extremo de proponer la eliminación del Ministerio de Comunas por ineficiente. La formación teórica resulta hoy de una urgencia lapidaria y ojala tengamos el tiempo necesario para concretarla.

6.- INSISTIR CON UN EQUIPO ECONÓMICO DERROTADO
El resultado político de esta parálisis fue desbastador para las filas chavistas: millones de votos migraron hacia el candidato de la derecha. La economía sigue siendo la fuerza que mueve a las sociedades humanas y de nada valió el desfile de multitudes frente al ataúd del comandante. El ser humano primero es fiel a sus necesidades materiales, lo demás es broza.
Ahora bien, este vaivén entre no hacer nada y hacer las cosas menos recomendadas en el terreno económico fue obra del equipo que venía acompañando al Comandante y que luego fue ratificado por el Presidente Maduro, o sea, Giordani, Merentes, Meléndez cuyo “éxito” más grande es haber conducido al país a la situación económica en la que hoy nos encontramos. Este equipo ha sido derrotado por la guerra económica de la derecha y por los desastrosos resultados de sus concepciones económicas. Frente al desmadre económico que se está viviendo, el Presidente Maduro ha llamado a los capitanes de empresa de la burguesía a negociar un acuerdo económico que indiscutiblemente de concretarse, alejará de estas latitudes el proyecto socialista. De seguir en funciones este equipo económico, Nicolás Maduro puede desempeñar en esta hora el rol que le tocó jugar a Mijaíl Gorbachov.
7.- EL PERMANENTE ENROQUE. Un funcionario hace una mala gestión en un cargo por incompetencia e ineficiente o por corrupción, entonces en lugar de despedirlo y pedir la intervención de la Contraloría General de la República o ponerlo a la orden del Ministerio Público, lo que hacen es cambiarlo de cargo y no pasa nada y en algunos casos los promocionan a cargos de mayor jerarquía y con más beneficios.

8.- IMPUNIDAD CON LA CORRUPCIÓN. Proteger a los corruptos por parentesco o amistad con la alta dirigencia política de la Revolución, o  por militancia partidista afecta a la Revolución Bolivariana; le hace un gravísimo daño al proyecto de Chávez.

9- Otorgar a una misma persona dos o más cargos, cuando normalmente un funcionario no puede desempeñar regularmente uno solo; entonces cómo se explica que se le ocupe en dos o más?

10.- Concebir el poder burocrático como un poder personal y utilizarlo para persecuciones, venganzas, acosos y maltratos  a sus subalternos.

11.- Una Contraloría General, sin autonomía, que no controla nada, que no investiga, que no denuncia.

12.- Despreciar el conocimiento  de los Profesionales y Técnicos venezolanos(as) como factor importante para el desarrollo de la Patria. No se les convoca y se les ignora cuándo realizan algún aporte.

13.- Falta de seguimiento de las instrucciones, programas y políticas. Esta gravísima debilidad consecuencia en parte de tener en el gobierno gran cantidad de funcionarios (as) arrogantes, amantes del culto a la adulación,  le genera al país pérdidas millonarias en programas que  no se culminan, o se ejecutan incorrectamente y no pasa nada. Dónde están, después de nueve años de una millonaria inversión, los cultivos  hidropónicos y organopónicos, los gallineros verticales?,. Dónde está la producción de los hatos, fincas  y empresas expropiados? . Dónde está la producción de los Fundos Zamoranos?. Cómo es que tenemos un Ministerio de Las Comunas y se convoca un censo para saber cuántas comunas se han constituido?. Por citar algunos casos.

Por último, nos resulta muy frustrante reconocer que la distribución desigual de la riqueza, la exclusión social, la deficiencia en servicios fundamentales como luz, agua y aseo, la violencia urbana y la corrupción de las instituciones públicas que fueron las principales características del submundo urbano venezolano del siglo XX,  no haya cambiado de manera radical con el advenimiento de la Revolución Bolivariana del Siglo XXI.

Humberto Trómpiz Valles
 /Minnori Martinez

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