Los "tiquiti taquis de todos los días"

Pasa el tiempo y la indiferencia del Gobierno Municipal de Sucre cada día es mayor, ya los reclamos son parte de la cotidianidad, el gobierno se acostumbró a no escuchar, igual le da que hablen o reclamen, ya no hay ni siquiera la voluntad de responder y lo peor, pareciera que el pueblo ha asumido esto con una conformidad asombrosa, una pasividad extrema lo que refleja una gran decepción.
Las pocas voces críticas que aún quedan y que se atreven a usar la radio para exigir atención, las van anotando en una lista de exclusión, persecución y descalificación, "el que denuncie pierde su condición de chavista o revolucionario y se coloca en la acera de enfrente".Pareciera ser la conseja que se maneja desde las autoridades del partido que son las mismas que dirigen la cosa pública en Sucre..

Ahora se cubren con la excusa que tenemos que estar unidos por la victoria del 7 de octubre, eso quiere decir que seguiremos barriendo bajo la alfombra, pasando la página, perdonando y olvidando en nombre de la "estabilidad"  de una revolución, esto es inaceptable, la revolución bolivariana no puede admitir chantajes. ¿Que pasará mañana cuando el pueblo se revele y manifieste su desacuerdo porque la cúpula del PSUV pretenda darle de nuevo el pasaporte del triunfo con su tarjeta a estos funcionarios que se han colocado a espaldas del pueblo? Nos expulsarán?, nos descalificaran?, nos desterrarán ? o nos quemarán en la plaza pública por no comer LINEA?.
Este debate es impostergable, la limpieza del proceso es garantía de triunfo para el Presidente, no la alcahuetería y la complicidad en nombre de una unidad. Esas solidaridades automáticas e impunidades a cambio de votos es una conducta contra revolucionaria.

Mientras todos los días siguen los "tiquiti taquis", no hay agua, no hay insumos en el hospital , las calles están intransitables de tantos huecos, no recogen la basura en tal barrio, pedimos seguridad en otro sector, en fin el ejercicio del derecho propio de un pueblo a exigir atención, este ejercicio sagrado lo hacen por la radio local, contra la cual se ha desatado una campaña de desprestigio y de acusaciones en organismos del propio estado para callarla, por Dios, los impulsadores de este proyecto no pensamos nunca que el proceso fuera capaz de llegar al extremo de desviarse hasta el punto de atentar contra uno de los proyectos más exitosos en materia de organización y participación popular como lo es la radio comunitaria, lastimosamente así ha sido, y no solo con Vanguardia, son innumerables los casos a nivel nacional de medios que son perseguidos y asediados por permitir que las verdades del pueblo salgan a la luz pública en las alas de las ondas hertzianas.